Posibles soluciones a la disrupción

Hemos ido viendo qué es la disrupción, qué factores pueden influir en ella, la importancia de la actitud del docente, cómo influye la disrupción en el clima de aula y por lo tanto en el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como algunos aspectos importantes de la gestión del aula.
 
Después de haber profundizado en todos estos aspectos, a continuación vamos a exponer brevemente como podemos abordar la disrupción, podéis encontrar información sobre las estrategias de prevención, evaluación e intervención en la pestaña correspondiente. 
 
Torrego y Fernández (2006:99) en su "Protocolo de actuación ante la disrupción en el aula" al hablar del tema comentan que: "La mayor implicación del alumnado en los procesos de aula, la motivación por la tarea,  las buenas relaciones interpersonales y ajuste curricular a las características de los  alumnos, son todos ellos elementos disuasorios para los incidentes de disrupción. De  igual forma una disciplina asertiva con autoridad y teniendo en cuenta las circunstancias personales de cada alumno también son cauces eficaces de gestión de las conductas  inadecuadas" 
 
Además, en relación a la figura del docente estos mismos autores apuntan que: "El docente se debe sentir agusto en su trabajo, así como valorado por el resto de sus compañeros, para sentirse cómodo y ser capaz de pedir ayuda cuando la necesita. Si el maestro no se siente agusto, aceptado, o siente que no encaja con el resto del claustro puede afectar a su profesionalidad".  
 
Aquí vemos la importancia del estilo docente que se ejerce, en función del cual los resultados del grupo-clase pueden variar considerablemente. 
 
Torrego y Fernández en relación a cómo abordar la disrupción apuntan que:
 
"Es aconsejable que los centros escolares elaboren unas guías internas de actuación que ayuden tanto en la prevención como la intervención de este fenómeno con la intención de favorecer una reflexión sobre visiones y posicionamientos, búsqueda de normas, buenas prácticas, respuestas coherentes y consistentes por el conjunto del profesorado y la mejora de los  procesos de enseñanza y aprendizaje que se dan en las clases. 
 
El objeto de este escrito no es tanto actuar en momentos puntuales cuando surja la necesidad de cortar o erradicar un comportamiento o un  ambiente especialmente deteriorado, sino comenzar un proceso de reflexión a modo de  investigación en acción en el que los centros puedan elaborar y reflexionar sobre su  propio contexto. Para ello se aconseja que acuerden aquello que se ajuste a su realidad,  expectativas y posibilidades para una mejora de las relaciones interpersonales dentro del  aula, como de los procesos de instrucción y aprendizaje y con ello promover la  motivación y el enganche tanto del alumnado como del profesorado en la mejora del ambiente del centro escolar" (Torrego y Fernández, 2006:104).
 
Para llevar a cabo éstas guías internas de actuación es muy importante la colaboración de todo el profesorado, llevando a cabo un actitud colaborativa, trabajo en equipo y disposición a participar en su desarrollo.
 
Sin embargo, se plantean una serie de dificultades en los claustros de profesores que inician estos procesos de mejora, tal y como apuntan Torrego y Fernández estas dificultades son: 
 
a) "Dificultad al valorar el nivel de importancia y el tratamiento de las conductas “inadecuadas” y “desajustadas” en el aula por parte de cada profesor. 
b) Falta de coherencia de actuación con criterios compartidos en el tratamiento de los conflictos en el aula. 
c) Poco conocimiento compartido de estrategias y estilos docentes útiles para afrontar estas situaciones. 
d) Desconocimiento de los procesos de aula que establecen unos y otros profesores, cada profesor es una isla con respecto a los otros.
e) Inhibición al comunicar o hablar sobre las actuaciones docentes entre el profesorado. 
f) Ausencia de tradición en la observación del aula y reflexión posterior. 
g) Poca experiencia de trabajo en equipo" (Torrego y Fernández, 2006:100)
 
Aún así los docentes deben tratar de superar esas dificultades para lograr elaborar una guía de actuación para el centro, y para ello es necesaria la colaboración de todo el claustro. 
 
Como ya vimos anteriormente, un primer paso para actuar ante la disrupción es la selección de la conducta disruptiva, es decir, diferenciar qué es y qué no es una conducta inadecuada, este primer paso también deberá ser elaborado por el claustro llegando a un consenso general en torno al tema.
 
Una vez establecidas las conductas disruptivas, deberán establecer qué proceso se va a llevar a cabo, es decir, qué medidas se aplicarán en cada caso estableciendo, en conjunto, unas estrategias de prevención, evaluación e intervención.
 
En relación a la selección de las conductas disruptivas y las medidas a aplicar Torrego y Fernández comentan que: 
 
"Una vez desglosadas las situaciones, conductas e interacciones que se consideran disruptivas habrá que buscar respuesta con las buenas prácticas y medidas  que a su vez se han descrito como eficaces y sobretodo realistas y ajustadas al contexto  particular de la escuela. Al conectar las actuaciones con los desajustes se han de precisar  el estilo de respuesta que se quiere favorecer desde una perspectiva educativa y reparadora. De ahí que se puedan establecer graduación de medidas según la intensidad, respuesta y aspectos personales de cada situación y de cada alumno" (Torrego y Fernández, 2006:106).
 
Un ejemplo de utilización de este procedimiento según Torrego y Fernández sería: 
 
Tabla 8:  Actuación frente conductas disruptivas I (Fuente: Torrego y Fernández, 2006:106)
 
Estos son algunos ejemplos de cómo actuar frente una serie de condutas disruptivas, puedes encontrar más estrategias en el apartado correspondiente. 
 

Parra (2011) al hablar de posibles soluciones frente la disrupción en el aula, elabora la siguiente tabla:

Tabla 9: Posibles soluciones frente la disrupción (Fuente: Parra, 2011:20)

-Estrategias punitivas: Medidas de carácter sancionador

-Estrategias positivas: No se basa sólo en sancionar la conducta inadecuada sino en ofrecer también una alternativa positiva.

-Reflexión y análisis: De las causas del problema de la disrupción, y toma de conciencia.

-Modelo integrado: Enfoque que contempla la solución al comportamiento disruptivo de manera integrada, a través de modelos de educación afectiva implicando a los alumnos y al profesorado.

-Prevención e intervención: A partir de este enfoque se potencian la educación moral, las conductas prosociales, la resolución colaborativa de conflictos, clima escolar adecuado, estrategias de autocontrol, y buenas vías de comunicación con los adultos.

Es importante trabajar siempre a partir de un enfoque preventivo, pero en los casos en que las conductas ya han aparecido y es necesario intervenir deberemos seleccionar aquellas estrategias y técnicas que consideremos más adecuadas en relación a la situación, la gravedad y las características del alumno, sin embargo, estas estrategias deberán estar enmarcadas también en un enfoque preventivo para evitar su reaparición.

Parra (2011) al hablar de las soluciones frente la disrupción establece una tabla en relación a la eficacia de las diferentes actuaciones. Hace un recorrido a través de diversos autores y las soluciones aplicadas que han obtenido resultados eficaces, a partir de los cuales elabora esta tabla.

Tabla 10: Eficacia de las soluciones (Fuente: Parra, 2011:23)

Es esta tabla se remarca otra vez la importancia del estilo docente frente la disrupción, Parra (2011:22) al hablar del estilo docente comenta que: “La mayoría de los estudios consultados se centran en la figura del docente como medida más eficaz para dar solución al problema de la disrupción en el aula”

Remarca también la importancia de que el docente modifique sus creencias y valores en relación a la disrupción así como la necesidad de una mayor formación en torno a este tema.

Además de los diferentes tipos de intervención, la importancia del estilo docente, el trabajo colaborativo como parte fundamental para la intervención sobre la disrupción, etc. deberemos trabajar siempre teniendo en cuenta los factores del alumno para que las intervenciones sean más eficaces. 

En el Congreso dedicado a al disrupción en las aulas de 2006, una serie de comunidades autónomas (CCAA) explicaron a través de diversas conferencias las respuestas que ellas daban frente la disrupción en las aulas, con el objetivo de mantener la convivencia en las aulas. en el siguiente enlace podréis encontrar respuestas de algunas CCAA.